jueves, 7 de febrero de 2013

DELFOS - RESTAURANTE GRIEGO

Buenas a todos!!! Hemos ido a comer al restaurante griego "DELFOS - COCINA GRIEGA" en el centro de Madrid  concretamente en la Cuesta de Santo Domingo 14. Hemos optado por el menú del mediodía que consta de; primer y segundo plato, pan, bebida, postre Y café.

El precio eran 11.95 € Iva incluido, lo que nos pareció muy atractivo. Además teníamos la opción de pedir solo el primer plato por 6.50 € o la opción de segundo plato más bebida por 8.50 €.

Kza optó por timbal de pulpo con pasta corta de primero, y estaba muy suave y sabroso y con bastante cantidad. 

Bita optó por los hojaldres gratinados. El camarero nos comentó que venían 3: 1 de berenjena y 2 de puerro, pero se confundieron y me pusieron 1 de puerro y otra de carne pero ambas eran grandes. Cuando comenté al camarero el error, se disculpó y me trajo la de berenjena y otra de puerros, y me dejo las anteriores, que Kza pudo también disfrutar. Para nuestra sorpresa no las retiró. Pensamos que en el fondo le daba igual ya que tendría que tirarlas a la basura. Por lo que al final, disfruté de un primer plato muy hermoso y lo disfruté muchísimo. Los que más me gustaron fueron el de berenjena y carne. Sólo por disculparse y la gran buena atención del camarero, según el ticket se llamaba Víctor, se ganó una muy buena propina. Los hojaldres estaban poco crujientes pero muy sabrosos. Estaban deliciosos. Venían con crema de vinagre balsámico y un tomate cherry en cada plato, cosa que me gustó bastante.

Para los segundos, Kza eligió brochetas de cerdo a la brasa. Venían 2 brochetas con dos trozos de carne bastante grandes y cebolla sobre una gran cama de cuscus, que para mi gusto estaba un poco sosa, pero no estaba mal. La carne estaba bastante tierna y en su punto, ni muy hecha ni cruda.

Bita en cambio, prefirió merluza con verduras al horno. El camarero se volvió a confundir y me trajo pollo, Cuando se lo comenté, enseguida rectificó su error. Me sorprendió que el plato llevaba mucha patata cocida, sobre ella la merluza y finalmente las verduras (espinaca, tomate,..) pero con bechamel, cosa que no esperaba. Aún así estaba riquísimo. Yo soy más de pescado que de carne. No me gustó el plato de Kza, pero el mío me encantó, a pesar de la bechamel.

De postre elegimos ambos lo mismo, pastel de yogur, que venía con bastante caramelo en el plato, y ya se sabe que normalmente racanean con él. Nos encantó este postre. Sabor muy suave, con forma de flan.

Al acabar, no me pusieron ninguna pega en cambiar mi café por té. De hecho, al contrario que en la mayoría de los lugares, tenían donde elegir: té classic, negro, rojo, verde, menta-poleo, manzanilla,... y me dejaron el bote de pastillas de sacarina conmigo en la mesa. Kza pidió el café en vaso en lugar de en taza, y tampoco hubo ningún tipo de problema. El café estaba bien.

Tras haber pagado la cuenta, el camarero nos regaló un chupito a cada uno de una bebida típica griega que constaba de una mezcla de anís y licor de mora. Sabía a jarabe de cuando eramos niños así que nos trajo muy buenos recuerdos.

El camarero en todo momento admitió sus errores y los rectificó, lo que le honra. Fue muy atento y simpático en todo momento. Nos dio lástima que sólo hubiese un camarero pero tampoco hacía falta más, ya que el lugar tampoco es enorme. Y la comida no tardaron mucho en traerla.

Ambiente tranquilo y agradable, con música tradicional de fondo. Muy luminoso y bien decorado.

Recomendamos este restaurante. Nosotros ya estamos pensando en volver. Todavía no hemos probado la Musaka y pensamos que aquí estará muy rica.

Espero que disfrutéis de este restaurante tanto como nosotros.  

En nuestro Ranking de KB-Estrellas, este restaurante se lleva un 8.5 sobre 10.

                              
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